La zona Oriental del Sistema Bético incluye aproximadamente toda la región al este de la ciudad de Almería. Se extiende a lo largo de la costa almeriense, murciana y alicantina hasta el cabo de la Nao y su límite norte lo marcan las provincias de Albacete y Valencia.
Desde el punto de vista geológico, el sector norte de esta región está dominada por la unidad de las Zonas Externas, fundamentalmente representada por el dominio Prebético. En el sector sur, es la unidad de las Zonas Internas la que domina, estando los tres complejos que la componen presentes, el Maláguide, el Alpujárride y el Nevado-Filábride. Ambas unidades están cubiertas parcialmente por sedimentos cenozoicos y cuaternarios en aquellas zonas donde se desarrollaron cuencas Neógenas. Además, destaca la presencia de afloramientos rocosos volcánicos, siendo la región del cabo de Gata su mayor exponente.
Tectónicamente, en las Béticas Orientales predomina la compresión NNO-SSE resultante de la convergencia entre las placas europea y africana (⁓5 mm/año). Este régimen de esfuerzos se acomoda mediante numerosas fallas de cizalla que se concentran en los sectores centro y sur de la región, conformando un gran corredor de orientación NE-SO de unos 250 km de longitud en tierra (se extiende bajo el mar en ambos lados) y que se conoce como la zona de cizalla de las Béticas Orientales (EBSZ, siglas en inglés). Este corredor representa el principal sistema de fallas activas en la península ibérica. Está formado fundamentalmente por fallas de cizalla de gran longitud con orientación NE-SO y que presentan un lento desplazamiento (1-2 mm/año). Son numerosas las fallas de esta zona de cizalla que alcanzan la superficie y afectan a depósitos cuaternarios recientes, evidenciando la actividad neotectónica vinculada al actual régimen transpresivo. Destacan, de sur a norte, la de Carboneras, con unos 50 km en tierra y 90 km en mar hacia el suroeste, la de Palomares, Los Tollos, Carrascoy y Bajo Segura que se alinean a lo largo de más de 100 km desde Almería hasta Alicante, la de Alhama de Murcia, con casi 90 km de longitud y compuesta por cuatro segmentos y la de Crevillente, con más de 100 km y varios segmentos identificados.
En la zona norte, donde aflora el Prebético, el terreno es mucho más estable, siendo las fallas transcurrentes de Socovos, de dirección NO-SE, y Jumilla, de dirección NE-SO, las más importantes.
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