La zona central del Sistema Bético se extiende desde los Montes de Málaga hasta la bahía de Almería, teniendo su límite norte en la cuenca del Guadalquivir a lo largo de las provincias de Córdoba y Jaén.
Desde el punto de vista geológico, el sector norte está dominado por la unidad de las zonas externas, fundamentalmente representada por el dominio subbético que cabalga sobre el dominio prebético al este de Jaén. En el sector sur, es la unidad de las Zonas Internas la que tiene mayor presencia, estando los tres complejos que la componen presentes, el Maláguide, que conforma la casi totalidad de los montes de Málaga, el Alpujárride, que aflora fundamentalmente en las sierras de Granada y Málaga, y el Nevado-Filábride, aflorando en los núcleos de los anticlinales E-O de Sierra Nevada y la sierra de los Filabres.
En la región central del Sistema Bético destaca la existencia de cuencas intramontañosas de edad Neógena y cuaternaria que se desarrollaron durante el levantamiento de la cordillera. Las cuencas de Granada, Guadix y Baza son las principales, y se localizan en el contacto entre las zonas externas e internas al oeste y norte de Sierra Nevada. El relleno de estas cuencas refleja su transición desde un ambiente marino al inicio de su formación a uno de carácter continental.
Tectónicamente, dentro del contexto regional de convergencia oblicua NO-SE entre las placas africana y euroasiática, en las Béticas Centrales domina un régimen extensivo en dirección ENE-OSO que se acomoda fundamentalmente a través de fallas normales de alto ángulo con componente en dirección y orientación NNO-SSE y en algún caso con orientación E-O. Estas fallas activas están íntimamente ligadas con las cuencas intramontañosas y sus bordes tectónicos.
En las cuencas de Baza y Guadix, además de la falla normal de Baza que se extiende unos 40 km con orientación NNO-SSE separando ambas cuencas, destacan en la cuenca de Guadix las fallas normales con orientación NNO-SSE de Graena-Lugros, Guadix Este y Solana-Zamborino, y en la cuenca de Baza la falla de desgarre sinestral con orientación SO-NE de Galera y la falla inversa con orientación NO-SE Botardo-Alfahuara.
Una mención especial merece la cuenca de Granada, situada al oeste de Sierra Nevada, por su importante sismicidad dentro del contexto peninsular. Presenta una forma alargada en sentido E-O y su cobertura sedimentaria apenas deformada se adelgaza progresivamente hacia los extremos norte y sur desde la zona central donde se encuentra el máximo espesor. Está limitada al Norte y al Este por una serie de fallas normales, cuya actividad reciente se refleja en la reseñable sismicidad en esta zona. Las fallas que marcan los límites norte y sur tienen orientaciones aproximadas E-O y presentan movimiento normal y algunas también componente en dirección (al norte, Falla Tocón-Obéilar, Obéilar-Pinos Puente y Norte de Cubillas, al sur, falla de Albuñelas y Ventas de Zafarraya). Las fallas de la zona centro y del límite este se orientan en dirección NNO-SSE y presentan fundamentalmente movimiento normal. Este segundo conjunto muestra diferentes sistemas de fallas conjugadas, unas buzando al NE (Fallas del Oeste de Cubillas, Belicena-Alhendín, Santa Fé y Escóznar) y otras buzando al SO (Falla de Alfacar, Este de Cubillas, El Fargue-Jun, Granada, Atarfe, Pinos Puente, Alitaje y Pedro Ruiz, Dílar y Padul-Nigüelas).
© Instituto Geográfico Nacional - C/ General Ibáñez de Ibero, 3. 28003 Madrid - España.
sismologia@transportes.gob.es |