La zona Oriental de la cordillera Bética se caracteriza por una sismicidad principalmente cortical superficial (profundidad <30 km) y magnitud moderada, con la ocurrencia de algunos grandes terremotos destructivos. Esta sismicidad se relaciona con los sistemas de fallas activas de cizalla que atraviesan la corteza, predominando los mecanismos focales de tipo desgarre.

En el catálogo histórico, el mayor terremoto ocurrido en esta región es el de 1829 en Torrevieja (Alicante), que fue sentido con una intensidad IX-X y tiene una magnitud estimada de 6,6. Se trata de uno de los mayores terremotos y más virulentos registrados en la península, produciendo cerca de 400 víctimas mortales y la destrucción de las poblaciones de Torrevieja y Guardamar. Destacan también otros grandes terremotos históricos, sentidos con intensidades de VIII-IX y magnitudes estimadas en torno a 6,2-6,5. En el sector más meridional, localizados en la provincia de Almería, cabe resaltar el terremoto de 1518 en Vera, que produjo más de 165 víctimas y alrededor de 200 casas destruidas, el terremoto de 1522 en Alhama de Almería, con 1000 muertes y gran destrucción en Almería y Ugijar, y el terremoto de 1804 en Dalías, que produjo alrededor de 400 muertos y la destrucción de Dalías, Berja y Roquetas. En el extremo más septentrional de las Béticas, en la provincia de Valencia, destacan el terremoto de 1396 en Tavernes de Valldigna, que produjo la destrucción de centenares de casas en Tavernes, y el de 1748 en Estubeny, que destruyó las poblaciones de Estubeny, Montesa y Sellent y causó 38 víctimas mortales. Otros terremotos históricos significativos, con intensidad máxima de VIII y magnitud estimada en torno a 6,0, son, de norte a sur, el terremoto de Ontinyent (Valencia) en 1258, de Muro de Alcoy (Alicante) en 1644, los terremotos de Orihuela de 1048, 1482 y 1673, de Lorca (Murcia) en 1674 y los terremotos de 1487 y 1658 en Almería y de 1910 en Adra (Almería).

En época instrumental, han ocurrido varios terremotos con magnitudes cercanas a 5 e intensidades máximas entre V y VII. En el sector más meridional, destacan tres terremotos en la provincia de Almería en 1932 en Lucar, en 1972 en Partaloa y en 1984 en Tabernas. En la zona central cabe resaltar varios terremotos en la región de Murcia, como el terremoto de 1948 en Cehegín, o los más recientes en 1999 en Mula, en 2002 en Bullas, en 2005 en La Paca-Aledo, y el más reciente en 2011 de Mw 5,1 en Lorca. Este último terremoto fue sentido con una intensidad máxima de VII, causando 9 víctimas mortales y numerosos daños en edificaciones, siendo el mayor terremoto registrado en esta zona en los últimos 100 años. En el extremo nororiental de las Béticas la sismicidad reciente es escasa, no obstante, destaca el terremoto de 1945 en Onteniente (Valencia) de magnitud 5,4 e intensidad máxima VII. Con epicentro en el mar Mediterráneo, destaca un terremoto en 1981 de magnitud 5,1 e intensidad máxima V localizado frente a las costas de Alicante.