Contacto Facebook Twitter Instagram Youtube RSS
La información sísmica proviene de la base de datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) (https://doi.org/10.7419/162.03.2022). Cartografía Ráster de España del IGN CC BY 4.0 ign.es. Origen de los datos geológicos: Mapa temático del Atlas Nacional de España (ANE) CC BY 4.0 ign.es (2020), síntesis elaborada a partir del Mapa Geológico de España 2M (2004) del IGME-SGE y del Mapa Geológico de España y Portugal 1M (2015) del IGME-LNE. Transparencia al 50%. Principales fallas activas durante el Cuaternario extraídas de la base de datos QAFI (García-Mayordomo et al., 2012; IGME, 2022). FA: falla de Amposta, FCA: falla de Calamocha, FCC: sistema de fallas del Cabo de Cullera (oeste, centro-oeste, centro-este, este), FCO: falla de Concud, FD: falla de Daroca, FM: fallas de Munébraga (FME, FMO), FPO: falla de El Pobo, FSP: falla de Sierra Palomera, FT: falla de Teruel, FVC: falla de Vicort.
 
MAPA GEOLÓGICO
 
SISMICIDAD HISTÓRICA E INSTRUMENTAL

La sismicidad en esta zona puede considerarse como baja a moderada, con algunos terremotos históricos destructores. Los epicentros se concentran en su mayoría en el sector suroriental y en el noroccidental de la cordillera, habiendo también cierta sismicidad dispersa en la zona central. Se trata de una sismicidad cortical superficial (a profundidades < 25 km), con hipocentros localizados principalmente entre 5-15 km de profundidad. Los mecanismos focales disponibles en la zona, aunque escasos, son consistentes con el régimen extensivo actual y predominan los de tipo normal.

En los sectores norte y centro de la cordillera Ibérica, en el catálogo histórico podemos destacar el terremoto de 1817 en Prejano (La Rioja) con intensidad máxima de VII-VIII y los terremotos de 1848 en Orihuela del Tremendal (Teruel) y de 1912 en Cimballa (Zaragoza) ambos sentidos con intensidad máxima VI-VII y una magnitud estimada superior a 5,0. Así mismo, también han ocurrido algunos terremotos históricos de magnitud estimada ligeramente inferior a 5,0 e intensidad máxima de VI. Por otra parte, en época instrumental, destaca el terremoto de 1929 en Turruncún (La Rioja) con intensidad de VI-VII y magnitud M5,2. También podemos resaltar algunos terremotos de magnitud ligeramente superior a 4,5 sentidos con intensidades máxima entre VI y VII como los de 1929 en Motilla Palancar (Cuenca), 1953 en Used (Zaragoza), o 1961 en Aguilar Rio Alhama (Logroño).

En el sector sureste, ya en contacto con la parte más nororiental de las Béticas, hay catalogados importantes terremotos históricos que alcanzan una intensidad de IX y magnitud estimada superior a 6,0 en la provincia de Valencia, como el de 1396 en Tavernes de Valldigna y el de 1748 en Estubeny. Otros terremotos destacados con magnitud estimada superior a 5,0 son los de 1598 en Oliva que alcanzó una intensidad máxima de VII-VIII, y los de 1724 en Gandía, 1748 en Estubeny y 1872 en Carlet con intensidades en torno a VII. En época instrumental, sin embargo, no se han registrado terremotos significativos en los últimos 100 años. No obstante, cabe citar cierta sismicidad en el mar, en el golfo de Valencia, donde destaca la serie sísmica de 2003 con un terremoto de magnitud máxima M4,2 sentido con intensidad de IV.

Más recientemente, al suroeste del Sistema Ibérico, destacan los terremotos de 2007 en Pedro Muñoz (Ciudad Real) y de 2015 en Ossa de Montiel (Albacete) ambos de magnitud M4,7 y sentidos con intensidad máxima de V.

© Instituto Geográfico Nacional - C/ General Ibáñez de Ibero, 3. 28003 Madrid - España.
sismologia@transportes.gob.es