La sismicidad en el suroeste de Iberia, aunque dispersa por toda la zona, tanto en tierra como en el océano Atlántico próximo a la costa, parece concentrarse en agrupaciones o ‘clusters’ de terremotos principalmente en Portugal, en una región alrededor de Lisboa en la mitad centro-norte (en torno a la cuenca del Bajo Tajo y la región del Alentejo), así como en la parte suroeste de la zona Subportuguesa y parte occidental de la cuenca del Algarve. También se acumulan al sur de la cuenca del Guadalquivir, en el límite con el sector occidental de las Béticas (al sur de las provincias de Sevilla y Córdoba y norte de Cádiz). Se trata de terremotos en su mayoría superficiales (h<30 km) con magnitudes bajas a moderadas, aunque también han ocurrido algunos grandes terremotos históricos destructivos que han alcanzado intensidades (EMS-98) superiores a VII y magnitudes estimadas en torno a 6. Los mecanismos focales disponibles son escasos, y predominan los de tipo desgarre e inverso, consistentes con la tectónica actual.
En Portugal, en el catálogo histórico, los mayores terremotos de los que se tiene registro son el terremoto de Vilafranca de Xira en 1531 y el de Setúbal en 1858, ambos con intensidad máxima de IX y magnitud estimada 6,5, y el terremotos de Benavente en 1909 sentido con intensidad máxima X y de magnitud estimada 6,0. En torno a Lisboa, en el valle del Tajo y la zona del Alentejo, también destacan varios terremotos históricos sentidos con intensidad VII y magnitudes estimadas entre 5,4-5,7. Son los terremotos de Benavente en 1344 y 1914, de Setúbal en 1903, de Lisboa en 1906, los ocurridos en 1909 en Évora y Macas, este último de magnitud estimada 6 de intensidad máxima VIII, y los terremotos de 1910 en Viana do Alentejo y Estremoz. En época instrumental, el mayor terremoto registrado en la parte portuguesa ha sido el ocurrido en 1926 en Évora de M5,4 e intensidad VII.
En España, el mayor terremoto histórico registrado es el que tuvo lugar al noroeste de Sevilla en 1504 con una intensidad máxima VIII-IX y magnitud estimada de 6,3. En el catálogo histórico, también destaca un terremoto en Huelva en 1750 de intensidad VII y magnitud estimada 5,4. En el registro instrumental, los mayores terremotos se han registrado en la cuenca del Guadalquivir, destacando tres eventos en el sur de la provincia de Córdoba de magnitudes en torno a 5,1, en 1930 en Montilla, sentido con intensidad máxima VII-VIII, y los de 1935 y 1985 en Benamejí y Espejo, ambos de intensidad V, y un terremoto en 1989 en Ayamonte (Huelva), en el límite con la zona Subportuguesa, también de magnitud 5,1 que fue sentido con intensidad máxima VI. Más recientemente, en la provincia de Sevilla, han ocurrido algunas series sísmicas reseñables sentidas por la población, como las de 2007 al sureste de Morón de la Frontera y 2008 al noreste de Coripe, que registraron magnitudes máximas de 4,4 y 4,7, respectivamente, e intensidades máximas de V.
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