La tectónica de esta región viene determinada por su localización sobre el límite de las placas euroasiática y africana y su interacción con el arco orogénico de Gibraltar. La colisión oblicua entre estas dos placas fue especialmente activa durante la orogenia Alpina, proceso tectónico a gran escala que estuvo vigente al final del Mesozoico y gran parte del Cenozoico, que dio lugar al levantamiento de la cordillera Bética y el Rif. En la actualidad, la colisión entre las placas sigue activa y en esta zona presenta una dirección ONO-ESE con una tasa de movimiento cercana a 5 mm/año. Como consecuencia, el campo de esfuerzos dominante en la región es compresivo con componente de desgarre, de tal manera que el golfo de Cádiz y su extensión hasta el banco de Gorringe acomoda la convergencia oblicua entre las dos placas continentales.
Al oeste de esta región, el límite entre las placas africana y euroasiática está bien definido por la fractura de Azores (falla transformante), la cual llega a alcanzar la parte occidental de la cordillera de Gorringe. Sin embargo, este límite se difumina y no muestra una zona de fractura única al este de esta cordillera submarina. Como resultado, el complejo régimen de esfuerzos en la zona se acomoda a través de una serie de fallas inversas y transformantes distribuidas en una extensa área que conforma el límite de las placas en esta región.
Dentro de las fallas activas identificadas en la zona destacan las fallas de cabalgamiento o inversas de Marqués de Pombal (FMP), San Vicente (FSVC), Gorringe (FGB, en debate), Herradura (FH), Coral Patch Norte y Sur (FCPN, FCPS) y del Sena (FS) orientadas en dirección NE-SO y con buzamiento hacia el SE. Más próximas a la costa y formando un arco, se encuentran las fallas del Banco de Portimao (FPB) y del Guadalquivir (FGUB) también de cabalgamiento y buzamiento opuesto (ambas en debate). En la región central del golfo de Cádiz, atravesando el prisma de acreción, destaca el sistema de fallas paralelas de desgarre dextrales conocidas como lineamiento Norte y Sur (FLN, FLS) orientadas en dirección ONO-ESE. Otro complejo de fallas activas destacable es el que se extiende a lo largo de la costa sur de Portugal y que lo conforman fallas con diferentes orientaciones, entre las que cabe mencionar las fallas de desgarre sinestral-inversas de Aljezur-S. Teotónio (FAST) y Carvacai (FC).
Aunque más difíciles de cartografiar, la presencia de fallas normales y lístricas es muy abundante dentro del prisma de acreción, estando algunas de ellas activas.
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