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El mapa reproduce, a grandes rasgos, el proceso de urbanización en España. Se diferencian siete grandes áreas metropolitanas: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Bilbao. Los contrastes demográficos son evidentes. Por un lado, se observa una España urbana muy densamente poblada, donde el 40,1% de la población vive en menos del 1% de los municipios, que son los que poseen más de 100.000 habitantes. Por otra parte, se constata la existencia de amplias zonas en proceso de despoblamiento, que coinciden con la zona más rural, donde la emigración ha sido muy alta y las tasas de envejecimiento son muy elevadas.

Igualmente el mapa pone de manifiesto el contraste demográfico entre una España litoral, con un número mayor de municipios de más de 100.000 habitantes; y una España interior, donde los municipios más poblados se concentran solo en Madrid, Sevilla, Zaragoza, y Valladolid. La historia de la transformación de las actividades económicas (proceso de industrialización y localización de las actividades de servicios a las empresas) y las decisiones políticas y empresariales determinan estos contrastes.