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Los ayuntamientos de las ciudades, en general de acuerdo con la iniciativa privada, inician desde finales de la década de los ochenta del siglo pasado, grandes operaciones de transformación urbana. Se trata de actuaciones puntuales que intentan revitalizar áreas urbanas concretas en crisis económica y social. Pretenden, más allá de la mejora de la zona, aumentar los atractivos de la ciudad (“urbanismo de imagen”) y su capacidad de competir a escala internacional para atraer inversiones. En muchos casos se han aprovechado eventos de carácter internacional para conseguir financiación complementaria.

En Madrid al menos dos grandes operaciones urbanísticas han transformado el paisaje urbano de la capital. Al Noreste de la ciudad, la construcción del Recinto Ferial y del Parque Juan Carlos I, que no sólo mejoran las dotaciones del conjunto urbano, sino que también aportan mayor calidad a un área hasta entonces marginal. Al Sur, el Pasillo Verde Ferroviario, ha enterrado las vías del ferrocarril y ha configurado una zona de calidad donde predominaban antiguos edificios industriales casi abandonados.

En Barcelona, aprovechando los juegos olímpicos de 1992, se plantea un plan estratégico de intervención sobre las infraestructuras y los grandes equipamientos, que proyecta además establecer una nueva relación de la ciudad con el mar. Se realiza una remodelación intensa para construir instalaciones deportivas y culturales. El Palau de Sant Jordi, La Villa Olímpica y el centro de ocio Maremagnum, en el puerto, se han convertido en emblemas de la modernización de la ciudad.

Sevilla también explotó la designación de la ciudad como sede de la Exposición Universal de 1992. Se transforma la red arterial de circulación, se recupera el río y se incorpora a la ciudad la isla de La Cartuja. Además se logra un cambio esencial del sistema ferroviario, al soterrar las vías a su paso por la ciudad e incorporar el tren de alta velocidad.

En Bilbao, dentro del Plan de revitalización de 1989, se pretende la regeneración urbana y medioambiental de la Ría, muy deteriorada por la crisis industrial. La construcción del museo Guggenheim inició los cambios de toda la franja.