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En 2006, el territorio español sigue estando dominado por pequeños municipios con poca capacidad demográfica y económica. Ese año, el 60% de los 8110 municipios del país, con menos de 1000 habitantes, apenas acumula el 3,4% de la población total.

En contraste, los municipios urbanos, un 8,8% del total, son residencia del 78% de los más de 44 millones de habitantes.

En este ámbito urbano, la distribución de los núcleos muestra el carácter desestructurado de la red. Por un lado destaca la escasa entidad de las ciudades intermedias (entre 50.000 y 100.000 habitantes) cuyo peso demográfico total es menor tanto al de las pequeñas como al de las grandes ciudades. Por otro lado, 6 municipios, situados en los primeros puestos de la jerarquía con más de 500.000 habitantes, concentran el 21,3% de la población urbana y casi el 17% de la población total.