Tal como ocurre en numerosas cordilleras alpinas, en el Pirineo axial hacen su aparición las rocas del zócalo, en este caso de tipo granítico. Ello coincide en general con la franja de máximas altitudes y, por tanto, con la zona en la que se producen algunos de los procesos de modelado más intensos y característicos de la alta montaña. Así, en aquellos lugares que quedaron cubiertos por glaciares cuaternarios abundan las lagunas, "ibones", como las de la fotografía, punto de nacimiento de numerosos ríos y frecuentemente transformados en pequeños embalses para la producción de electricidad.
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