Las dehesas, que ocupan grandes extensiones del Oeste peninsular (sobre todo Salamanca, Extremadura y Andalucía Occidental), son el resultado del aclareo del bosque preexistente, normalmente encinar, para favorecer el crecimiento de hierba y la existencia de pastos para el ganado. El entorno resultante permite compatibilizar una explotación sostenible de los recursos forestales con la existencia de una ganadería extensiva. Este sistema ha sido frecuentemente considerado como un ejemplo de compromiso entre explotación y conservación de la naturaleza. En la foto puede observarse una extensión de dehesas en Monfragüe (Cáceres).
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