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Principales fallas activas durante el Cuaternario extraídas de la base de datos QAFI (García-Mayordomo et al., 2015; IGME, 2015)
Origen de los datos geológicos: Mapa Geológico 1M (2015) del ©Instituto Geológico y Minero de España (IGME) FC:falla de Concud.

 

Sismicidad en el sistema Ibérico

Geología y tectónica del sistema Ibérico

La sismicidad histórica e instrumental en esta cordillera intraplaca es baja a excepción de en sus estribaciones al sureste, ya en contacto con la parte más nororiental de las cordilleras Béticas, donde hay catalogados importantes terremotos históricos que alcanzan una intensidad de IX en la provincia de Valencia como el de 1396 en Tavernes de Valldigna y el de 1748 en Estubeny, aunque no se han registrado terremotos significativos en los últimos 100 años, siendo los de 1914 en Villanueva de Castellón y de 1938 en Enguera de magnitudes ligeramente inferiores a 5,0 los mayores.

En el resto de la cordillera Ibérica podemos destacar los terremotos ocurridos en la parte más nororiental, en La Rioja, como el de 1817 en Prejano de intensidad máxima de VII-VIII y de 1929 en Turruncún de M5,2 y más al sur, ya en la provincia de Zaragoza el de 1912 en Zimballa de intensidad VI-VII y el de 1953 en Used de M4,8. Las zonas del graben de Teruel y de Jiloca, con fallas activas donde se han estudiado importantes terremotos en épocas geológicas no cuentan con eventos significativos en el catálogo de sismos históricos.

En los casos en los que se ha podido estudiar la naturaleza de sus terremotos, esta corresponde a un régimen extensivo acorde con la influencia que en esta zona tiene la extensión en el surco de Valencia.

El sector geológico valenciano corresponde a la parte SE de la Cordillera Ibérica que denominan Sector Levantino de la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica. Limita al sur con las estribaciones orientales de la Cordillera Bética en su zona prebética. Valencia está situada en una amplia depresión morfológica de origen tectónico complejo. Esta depresión, que recibe el nombre geográfico de Huerta de Valencia, se extiende entre el mar y las estribaciones de los relieves de Chiva y Buñol al oeste.

Estratigráficamente, en el sector oriental afloran los tres periodos mesozoicos, principalmente del cretácico, que conforman los relieves elevados. El sustrato general es el del Triásico detrítico (principalmente el Keuper) que aflora en las partes bajas de la red hidrográfica. Sobre él se sitúa una formación de transición hacia el Jurásico inferior de carniolas, dolomías y calizas. Superpuesto esta una formación detrítica y de calizas atribuidas al Jurásico superior-Cretácico inferior. Por último, a techo de la serie anterior afloran masivamente las calizas y margas del Cretácico inferior que ocupan el 70% de la zona. En la zona de Valencia hacia el sur, estos materiales forman el flanco de un amplio sinclinal de dirección axial SE-NO, que forma parte de las estructuras «ibéricas» del sur de Valencia.

Las cuencas Paleogenas son principalmente Eocenas compuestas por sedimentos detríticos, yesos y margas. Por su parte, los sedimentos neógenos (Mioceno superior-Plioceno) de facies continental se caracterizan por su disposición horizontal o con un ligero buzamiento, se encuentran discordantes sobre las series paleógenas o más antiguas; tienen una litología de materiales detríticos con predominio variable de margas, arcillas o conglomerados.

El Cuaternario presenta especial interés dentro de la hoja de Valencia por su gran extensión superficial. En conjunto, es una dilatada llanura prelitoral, ocupada en su mayor parte por la Albufera y sedimentos asociados y por los limos de inundación del río Turia. Hacia el sur continúan estos limos grises de albuferas hoy semidesaparecidas.

Los depósitos marinos Holocenos se reconocen en las playas actuales, constituidas por arenas finas que forman una franja estrecha en la línea de costa.

En el extremo SE del surco de Valencia hay un predominio de fallas normales que sugieren un régimen tectónico extensional homogéneo NE-SO para esta área. Al igual que la cordillera Ibérica, en la costa valenciana las deformación se producen fuera de la zona de mayor deformación alpina. La sismotectónica regional parece estar controlada por la apertura de la cuenca mediterránea occidental más que por la convergencia de placas. La orientación de los ejes NE-SO puede estar asociado a estructuras extensionales del rift de Teruel y el surco de Valencia. No existe ningún depósito que atestigüe la existencia de una tectónica cuaternaria. La existencia de terremotos recientes, la potencia del delta del Turia, que sobrepasa a la Albufera, y la inexistencia de niveles marinos escalonados, en contraposición con los niveles de terrazas fluviales, hacen suponer la existencia de reajustes tectónicos recientes.

En el límite sur de esta zona hay que destacar varias fallas de dirección SO-NE como la de Jumilla que pasa por Xativa y un poco al sur de Estubeny, área con frecuente sismicidad.

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