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Desde el punto de vista ambiental, la localización geográfica de España explica que posea una gran diversidad de ecosistemas: desde la alta montaña, que recuerda a los medios fríos del planeta, hasta los desiertos parecidos a los del vecino continente africano, pasando por amplias extensiones de condiciones mediterráneas o, más reducidas, de bosques templados. Aunque la mayor parte de su territorio se encuentra en la zona templada, cuenta incluso con una representación de ecosistemas subtropicales oceánicos: Canarias.

En la imagen destaca el contraste entre el blanco de la zona ártica -donde predominan los hielos permanentes-, con el verde de las zonas frías y templadas, y las tonalidades marrones de la zona desértica. Hacia los trópicos y el Ecuador, los tonos de verde de la vegetación reproducen un nuevo contraste. Si se observa la Península Ibérica en esta imagen, se constata su carácter híbrido entre la zona templada y la desértica, pues los colores permiten diferenciar entre las denominadas "España verde" y "España parda".