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El mapa adjunto representa la demanda de agua por tipos de usos y por cuencas. En él se puede observar como el tipo de demanda difiere de unas cuencas a otras: mientras que en las del Duero, Guadiana, Júcar, Segura y Sur el regadío absorbe la mayor parte de los recursos, en las Internas del País Vasco y de Cataluña lo esencial de la demanda corresponde al suministro urbano. Del mismo modo, se observa como la proporción destinada a la demanda industrial adquiere sus máximos valores en las regiones del Norte, pero resulta muy reducida en las insulares o en el Sudeste Peninsular.

Cada tipo de demanda requiere infraestructuras y niveles de calidad distintos, tiene costos diferentes, y genera impactos desiguales. Todo ello permite imaginar la complejidad que, a escala nacional, tiene la gestión del agua.

Por otra parte, los valores presentados no pueden considerarse como definitivos ya que las demandas no cesan de aumentar. No obstante, este crecimiento varía mucho de unas cuencas a otras. Mientras que en cinco de ellas (Norte III, Duero, Tajo, Baleares y Canarias) el crecimiento previsto es prácticamente nulo, en Galicia Costa se prevé un incremento que podría alcanzar el 143% en veinte años.

El aumento de la demanda industrial es limitado, ya que por una parte, las características de la industria tradicional se están modificando y, por otra porque en este sector cada vez se recicla y reutiliza mejor el agua. Sin embargo, la demanda urbana crece de forma sostenida mientras que la del regadío son más difíciles de prever aunque, hasta el momento, también muestran un fuerte crecimiento.