Los datos aportados por el Ministerio de Medio Ambiente permiten observar cómo el número anual de incendios tiende a aumentar, produciéndose variaciones relativamente importantes de un año para otro dependiendo, sobre todo, de factores climáticos.
Sin embargo, a lo largo de las tres últimas décadas, la superficie total afectada por estos incendios tiende a disminuir, gracias a la mejora continua de las medidas y medios disponibles para su prevención y combate.
Puede observarse también que los fuegos tienden a afectar cada vez más a superficies desarboladas (matorral, pastizal, etc.), aunque en ciertos años los bosques son los más perjudicados coincidiendo, sobre todo, con la ocurrencia de incendios de muy grandes dimensiones.
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