Se localizan en las áreas de mayor altitud. Se caracterizan por sus bajas temperaturas, que como promedio disminuyen unos 0,5º C por cada 100 metros de ascenso, por unas precipitaciones elevadas, frecuentemente en forma de nieve, y por una fuerte exposición a los vientos. No obstante, cada cadena montañosa presenta variaciones relacionadas con el clima de la región en la que se sitúa, y ello permite diferenciar entre los climas de la montaña oceánica, mediterránea, interior o canaria.
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