• Descargar / Imprimir

Existen una serie de factores de tipo económico, político, social y geográfico que, junto a la evolución histórica, explican la existencia de desequilibrios territoriales en España. Unos son de carácter administrativo, pues existen diferencias entre las Comunidades Autónomas, tanto en su extensión como en su proceso de constitución, así como en el porcentaje de competencias asumidas. Por su parte, la distribución del producto interior bruto per cápita, así como otros muchos indicadores, muestran con claridad las diferencias entre unas áreas más ricas y otras más deprimidas. En el aspecto demográfico, el proceso de ocupación territorial se caracteriza por la existencia de notables disparidades en cuanto a densidad de la población, formas de poblamiento e incidencia de los movimientos migratorios. Por último, la implantación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se está produciendo en España con diferentes ritmos e intensidades, por lo que es previsible que los desequilibrios en la sociedad del conocimiento se acentúen en un futuro próximo. Algunos de ellos ya son perceptibles cuando se analizan el grado de formación y alfabetización digital, así como las infraestructuras y equipamientos en TIC, los gastos en educación o las inversiones en I+D.

Existen importantes iniciativas para hacer realidad el principio de solidaridad entre las Comunidades que proclama la Constitución. Hay políticas e instrumentos de ámbito estatal, autonómico y local para reducir las diferencias. También, dentro de la política regional de la UE hay fondos para las zonas menos desarrolladas, pero todavía perviven notables diferencias y desequilibrios.