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El RelieveEl Relieve

El Relieve Pico de San Carlos (Cordillera Cantábrica) Alpujarras (Sistema Bético) El Caurel (Macizo Galaico-Leonés) Suances (Cantabria) Estany de Cavallers (Pirineos) Bardenas (Valle del Ebro) Valle del Ebro Ortoimagen de Mallorca Chert (Castellón) Riba de Escalote Uceda Sierra de Guadarrama Sierra Morena Teneguía (La Palma) Doñana (Región del Guadalquivir) Barranco de Fataga (Gran Canaria) Ortoimagen de Tenerife

Como puede observarse en este mapa, el relieve de España es muy diverso. Pulsando en las localidades, que están señaladas en el mapa, aparecerá una foto y un breve comentario de las características principales de esa unidad de relieve. A medida que vas leyendo, puedes ir viendo las fotos y sus comentarios.

Dentro de la Península Ibérica destaca la Meseta por su notable extensión. Se trata de una llanura bastante elevada sobre el nivel del mar (altitud media 660 metros). Los restos más antiguos (de la era primaria) afloran en la zona oeste, donde la erosión ha dejado al descubierto los materiales primarios, por lo que destacan las penillanuras (superficies de erosión suavemente onduladas), con algunos montes islas o relieves residuales, constituidos por rocas más resistentes. Dentro de la Meseta podemos diferenciar:

  • El Sistema Central y los Montes de Toledo formados como consecuencia de la orogenia alpina. El Sistema Central es un conjunto de sierras alineadas de oeste a este, separadas por largos y estrechos valles. Está situado en la mitad de la Meseta, dividiéndola en dos partes: la Submeseta Norte y la Submeseta Sur. Los Montes de Toledo tienen menor altura, en torno a 1400 metros.
  • Las cuencas sedimentarias originadas durante la orogenia alpina. La acción erosiva ha dado lugar a un relieve de páramos (superficies planas y elevadas coronadas por un material resistente a la erosión), campiñas (llanuras bajas, de materiales blandos, suavemente onduladas y recorridas por los ríos) y cuestas (zonas inclinadas).
  • La Submeseta Norte tiene una altitud superior ( de 700 a 800 metros), está casi totalmente rodeada por altas montañas y en ella está la cuenca hidrográfica del Duero. La Submeseta Sur es más baja (de 600 a 700 metros), y tiene una acusada inclinación hacia el oeste; en ella se localizan las cuencas hidrográficas del Tajo y Guadiana, separadas por los Montes de Toledo, y está rodeada de montañas pero abierta hacia el Atlántico.

Alrededor de la Meseta podemos localizar diferentes bordes montañosos:

  • Al noroeste, están los Montes de León y el Macizo Galaico formados por materiales paleozoicos que la orogenia alpina fracturó, presentando formas redondeadas.
  • Al norte, la Cordillera Cantábrica tiene dos sectores diferenciados: al oeste están los materiales paleozoicos y las altitudes más elevadas en los Picos de Europa (Torre de Cerredo, 2.648 metros) y, al este materiales secundarios calizos.
  • Los Montes Vascos, de menor altura (casi siempre por debajo de los 1500 metros), enlazan la Cordillera Cantábrica con los Pirineos.
  • El Sistema Ibérico separa la Meseta de la Depresión del Ebro, tiene un sector norte con materiales más antiguos y las máximas altitudes (Moncayo, 2313 metros) y, un sector sureste, que se bifurca en dos ramas, una interior o castellana, y otra exterior o aragonesa.
  • Al sur, Sierra Morena es un conjunto de escasa altitud (en torno a 1000 metros) que separa la Meseta del Valle del Guadalquivir. Se percibe como un relieve poco vigoroso desde la Meseta, pero destaca si se observa desde la Depresión del Guadalquivir.

Fuera de la Meseta están:

  • La Depresión del Ebro y la del Guadalquivir. La primera es paralela a los Pirineos y se encuentra cerrada por éstos, por el Sistema Ibérico y por la Cordillera Costero-Catalana. La depresión del Guadalquivir es paralela a las Cordilleras Béticas.
  • Ambas son cuencas prealpinas que, tras la orogenia alpina, quedaron entre las cordilleras alpinas y los macizos antiguos, tienen forma triangular, se han rellenado de sedimentos terciarios y cuaternarios y, en la actualidad, son relieves bastante horizontales.
  • Las cordilleras exteriores de la Meseta son los Pirineos, la Cordillera Costero Catalana y los Sistemas Béticos, todas formadas durante la orogenia alpina.
  • Los Pirineos son una cordillera alargada y compacta, situada entre España y Francia. Tiene tres partes: la zona axial, de materiales paleozoicos, es la más alta (superan los 3000 metros); los prepirineos, al sur de la anterior, tienen formas más suaves y se trata de dos alineaciones paralelas a la zona axial; y la depresión media, entre las sierras interiores y exteriores del prepirineo.
  • La Cordillera Costero Catalana tiene una zona norte de materiales paleozoicos, y otra sur de terrenos calizos secundarios. Está dividida en dos alineaciones, una paralela a la costa de escasa altura, y otra interior, más elevada, separadas ambas por una depresión.
  • Las Cordilleras Béticas tienen las mayores altitudes de la Península y en ellas podemos diferenciar: la Cordillera Penibética que bordea la costa, formada por materiales paleozoicos en donde destaca Sierra Nevada (Mulhacén, 3480 metros); la Cordillera Subbética, en el interior y, entre ambas, la depresión intrabética.

En las cordilleras más altas de la Península Ibérica el modelado glaciar ha dejado sus huellas.

Los dos archipiélagos, Baleares en el Mar Mediterráneo y Canarias en el Océano Atlántico, presentan características muy diferentes. Las Islas Baleares, formadas por tres islas mayores (Mallorca, Menorca e Ibiza) y tres menores (Formentera, Cabrera y Conejera), están relacionadas con la formación de los Sistemas Béticos y de la Cordillera Costero Catalana. Las Islas Canarias, formadas por siete islas (Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro), cuatro islotes (La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara y Lobos) y varios roques, tienen un origen volcánico.

España cuenta con una importante extensión de zonas costeras (casi 4600 km en la península más la de los Archipiélagos). Las costas de la zona norte son rectilíneas, salvo en las rías gallegas, y se caracterizan por la abundancia de acantilados y rasas (sierras escalonadas paralelas a la costa). Las costas del sur atlánticas son muy rectilíneas y tienen casi siempre playas, hacia el interior abundan las marismas y los campos de dunas, puesto que el terreno es muy bajo (no suele exceder los 50 metros) y llano. Por último, en las costas mediterráneas existe gran diversidad, hay zonas acantiladas (sector bético y litoral catalán), playas, campos de dunas, deltas, etc.

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