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Distribución Geográfica de los focos contaminantesDistribución geográfica de los focos contaminantes

Distribución geográfica de los focos contaminantes

La contaminación ambiental es uno de los aspectos de la problemática ambiental española, que se deriva de nuestro actual modelo de desarrollo. Cuando se habla de contaminación ambiental se hace referencia a la presencia en el ambiente de cualquier agente, o combinación de agentes (físicos, químicos o biológicos), en formas y concentraciones que puedan resultar nocivos para la salud, el bienestar de la población o perjudiciales para la vida vegetal o animal. En función del medio afectado, la contaminación puede tener diferente denominación: contaminación hídrica (agua), contaminación atmosférica (aire) y contaminación del suelo.

El agua es uno de los recursos más importantes para la vida, pero su calidad puede verse fácilmente alterada. En España la contaminación de las aguas resulta, principalmente, de los vertidos urbanos, de la industria o de la infiltración de los fertilizantes depositados en el suelo, procedentes de la agricultura intensiva, y por las deyecciones del ganado. Igualmente, la extracción de las aguas subterráneas por encima de los niveles de recarga produce numerosos problemas ambientales como, por ejemplo, la salinización de las aguas (zonas costeras), o la alteración de hábitats tan importantes para la vida como los humedales.

Por su parte, la causa del actual deterioro de la calidad del aire son las emisiones de contaminantes a la atmósfera. Los elevados niveles de contaminación pueden provocar efectos negativos muy significativos en la salud humana y en el medio ambiente, especialmente en las grandes ciudades y en las zonas con actividades industriales y de producción de energía. Entre los contaminantes atmosféricos más frecuentes están los aerosoles, óxidos de azufre, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos, ozono y anhídrido carbónico (CO2). Este último es el más importante de los denominados "gases de efecto invernadero" (GEI).

Por lo que respecta al suelo, considerado un recurso vital para los ecosistemas y las actividades humanas, éste se encuentra actualmente amenazado por la erosión, la salinización, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Las actividades que contribuyen en mayor medida a la contaminación del suelo son las industriales, y los principales contaminantes detectados son los metales pesados, los hidrocarburos y los aceites minerales.

También los residuos son otra de las fuentes de contaminación y de degradación ambiental. Dado que la cantidad generada por habitante y año presenta un crecimiento constante en la sociedad moderna actual, su tratamiento se ha convertido en una preocupación de primer orden durante los últimas décadas. Para afrontar este problema las sociedades desarrolladas, entre ellas España, promueven sistemas para la recogida selectiva de residuos, así como para su posterior gestión, reciclado o reutilización.

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