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Laurisilva xéricaLaurisilva xérica

Laurisilva xérica

Los bosques de laurisilva que perviven hoy en Canarias, y en algunas islas de otros archipiélagos macaronésicos, son enclaves relícticos; es decir, una herencia del pasado. Estos bosques ocuparon amplias extensiones en el mundo durante el Terciario pero, tras las glaciaciones cuaternarias, desaparecieron de muchos lugares. Las condiciones climáticas templado-oceánicas de estos archipiélagos, junto a la altitud de algunas islas, los convirtió en refugio de una formación vegetal que requiere una humedad ambiental elevada, y una temperatura con pocas oscilaciones.

En Canarias, tras siglos de intensa explotación humana, la extensión original de estos bosques se ha reducido de forma notable, sobre todo en la isla de Gran Canaria. Sin embargo en las últimas décadas, y como consecuencia del abandono agrario, se observa una regeneración espontánea en muchas zonas de laurisilva que fueron roturadas en el pasado.

El ejemplo que se muestra en la pirámide refleja precisamente esa situación. Una vez que la actividad agraria ha cesado, el área está siendo colonizada por especies de laurisilva, tanto por una de las más frecuentes en este tipo de bosques -el laurel (Laurus azorica)-, como por otras que se adaptan bien a zonas abiertas soleadas y, a su vez, son algo menos exigentes en humedad como, por ejemplo, Apollonias barbujana, Visnea mocanera, Picconia excelsa. Dada esta composición florística, el ejemplo se considera representativo de una facies xérica de laurisilva.

El inventario se localiza a 715 m de altitud en una vertiente del Barranco de la Virgen, situado en la isla de Gran Canaria. Se trata de una ladera expuesta al NO, que presenta una pendiente de 45º. En la pirámide se observa que los tres estratos superiores están en progresión, siendo el arbustivo el que presenta una expansión más significativa. Esto denota que la recolonización es todavía relativamente reciente (pocas décadas), por lo que los ejemplares todavía no han alcanzando su porte máximo. Otra evidencia de la progresión es la presencia de laureles en todos los estratos, tanto de ejemplares adultos como de jóvenes renuevos. Por su parte, los estratos inferiores (subarbustivo y herbáceo) muestran cierta estabilización, pues a medida que se cierra el dosel superior llega menos luz al sotobosque.

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