Abrigados por montañas, se disponen junto al Mediterráneo un conjunto de llanos litorales, hoyas y deltas, de excelentes suelos, clima benigno, casi sin heladas, aunque muy secos. Allí, el agua y el trabajo humano, han modelado históricos paisajes de huerta, como el de Murcia, que aparece en esta imagen, crecientemente urbanizado, y en el que pueden apreciarse el minifundio parcelario, la mezcla de los cítricos y cultivos hortícolas, y un diseminado residencial que va colonizando la huerta a partir de la densa red de caminos que confluyen en la ciudad de Murcia.
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