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Patrimonio Natural y CulturalPatrimonio Natural y Cultural

Patrimonio Natural y Cultural

Las características del medio natural de cada lugar son el resultado de la interacción de sus distintos componentes: geología, relieve, clima, etc. Ninguno de estos elementos y procesos es "positivo" o "negativo" en si mismo, ya que todos desempeñan un papel en la naturaleza y en el equilibrio de los ecosistemas. Sin embargo, el medio natural es también el escenario de las actividades humanas, por lo que algunos componentes naturales les resultan favorables (como los recursos naturales que permiten satisfacer necesidades básicas), otros desfavorables (como los riesgos naturales o ciertas limitaciones impuestas por el medio), y algunos más indiferentes o sin interés aparente.

En un primer momento, durante la prehistoria, la población humana era muy reducida, y el efecto de su presencia en el medio no fue más importante que el de otros animales. No obstante, nuestra especie se fue diferenciando de las demás a través de la cultura, y fue desarrollando una tecnología que le permitió enfrentarse a la naturaleza con una eficacia cada vez mayor. De este modo, a la larga, la explotación de los recursos, o la adopción de medidas de defensa contra los fenómenos adversos, ha supuesto una intensa transformación del medio ambiente o, incluso, la desaparición de algunos de sus componentes (especies, recursos…) o de ecosistemas completos. Sólo las áreas despobladas, o que no se utilizaron con intensidad, conservaron relativamente intactas sus características naturales.

La sociedad moderna, en rápida evolución, se siente muy identificada con los testimonios de su pasado y con gran cantidad de monumentos, obras de arte, restos o manifestaciones históricas de todo tipo, que han pasado a considerarse componentes de su patrimonio cultural. Es decir, actualmente son considerados valores que, fruto de las distintas culturas humanas, constituyen las señas de identidad de cada pueblo y deben ser conservados.

Al mismo tiempo, y a medida que la sociedad ha ido transformando intensamente la superficie terrestre, también ha ido creciendo la sensibilidad por el medio ambiente: hoy se considera un privilegio, cada vez más escaso, disponer de ecosistemas inalterados. Gracias a ello, la conservación del equilibrio ecológico, de especies amenazadas, o de paisajes naturales poco alterados, se ha convertido en una preocupación para los habitantes de los países avanzados que, cada vez más, se identifican con estos elementos y los consideran como su "patrimonio natural".

Sin embargo la población mundial y la presión sobre el medio ambiente siguen aumentando, por lo que la conservación del patrimonio natural es cada vez más difícil y, en un mundo que ya está muy transformado, no puede separarse de la del patrimonio cultural. Para lograrla, los gobiernos han creado diversas figuras (Parques Nacionales, Reservas…) y han establecido numerosos acuerdos internacionales en los que España, que protege un porcentaje muy importante de su territorio y patrimonio, desempeña un papel destacado.

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