Extensas áreas de las regiones mediterráneas han soportado una intensa presión humana a lo largo de la historia, y han terminado por perder sus bosques originales. Dependiendo del sustrato y de la intensidad de la presión humana, el bosque ha sido sustituido por formaciones secundarias como las maquias o las garrigas. Los espacios más humanizados suelen estar cubiertos por cultivos de secano, a veces en bancales para aprovechar mejor el agua de lluvia. En la imagen se observan los tipos de vegetación descritos en un área próxima a Morella (Castellón).
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